miércoles, 15 de septiembre de 2010


Por: Daniel Ciro y Sara Penagos

La música clásica en la actualidad es tachada de aburrida, opacada  por los ritmos más nuevos y comerciales que mandan la parada entre el público joven de la sociedad, que le apuestan a la letra más pegajoso o simplemente a los sonidos que están de moda, pero en el municipio de Sabaneta esta historia es diferente, los violines, saxófonos, chelos y todo tipo de instrumentos clásicos son los preferidos por los adolescentes que conforman los diferentes grupos musicales de La Casa de la Cultura La Barquereña; cada noche al compás de la música construyen el más simple pero interesante espectáculo sinfónico, haciendo de este lugar un nicho de puro talento.

Veinticinco es el número de personas que ambienta con música las noches de la casa de la Cultura, la Barquereña, el profesor Jorge Lozano es gestor e impulsor de este grupo de personas, sin límite de edad, que enamorados de un instrumento encontraron un sitio donde desarrollar sus habilidades, donde fueran apreciadas, apoyadas y donde sus deseos se convirtieran en melodías agradables, que enorgullecen y alegra a sus familias y maestros. El "grupo de cuerdas frotadas", cómo lo llama Jorge, lleva un proceso de aproximadamente un año, durante este tiempo él se ha encargado de enseñar a este grupo de personas a conocer su instrumento, a manejarlo  y a incorporarlo en su cuerpo para así lograr la excelencia por la que tanto han trabajado.

Existe un grupo denominado la pre-orquesta, la ante sala a la orquesta, un grupo avanzado, que ha representado al municipio de Sabaneta en diferentes eventos a nivel local, departamental y nacional; la pre-orquesta compuesto por violines, contrabajos y violonchelos, tocados por personas entre los 6 y 60 años de edad, entre los cuales hay amas de casa, profesoras, estudiantes, universitarios y jubilados demostrando el verdadero carácter comunitario de la música y su objetivo principal que es unir personas en espacios de armonía y tranquilidad.

Doña patricia ha decidido apostarle a la formación musical de su pequeña hija Nicole, de 7 años; después de sus actividades académicas y sus responsabilidades hogareñas, saca unas pocas horas todas las noches para asistir a los ensayos de la pre-orquesta. “Al principio fue  difícil tocar el violín, y leer las partituras, pero me gusta intentar”, este lema es el que ha adoptado Nicole, para no darse por vencida en el intento de dominar un instrumento clásico, que según ella, la diferencian de su grupo de amigas, “cuando toco mil violín me siento especial”.

La señora Cecilia de 52 años es la parte opuesta de Nicoles, aunque los años las diferencian, la pasión por descubrir la magia del violín las une cada noche, una cita no obligada hace que Cecilia se sorprenda con el talento joven que la rodea: “Es increíble que niñas como Nicole muestren tanta dedicación en los ensayos, ella aprende de mi, pero yo soy la que más aprende de ella”. 

La buena música va acompañada de excelentes voces, y el coro de La Barquereña sobresale entre los demás gracias a su gran nivel vocal, que le permitió participar en un festival en Chile, representando el talento joven sabaneteño; Sergio Quintero hace parte del coro desde hace varios años, un tenor destacado que sin importar las complicaciones de los ensayos nocturnos, siempre asiste a ellos: “cantar es mi distracción, el coro se ha convertido en parte indispensable de mi vida”.

Todas las noches, Sabaneta respira música, y en los pasillos de La Barquereña encontramos todo tipo de talento, todo tipo de personalidades, de todas las edades, en todas sus presentaciones, que plasman en el aire un ritmo diferente, liviano y fresco, novedoso, características que hacen únicos los sonidos que le dan color a las noches culturales del municipio más joven del Sur del Valle de Aburrá.


1 comentario:

  1. Buen trabajo, sensible y "muy personal", considero que hicieron un buen aporte. Cumplen con las características del trabajo.

    Nota: 4.5

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